CASA EN LA BANDA

 

Ubicada en rural paraje rural de la localidad de Maimara (Jujuy) sobre las márgenes del rio Grande, la casa se inserta en un paisaje amplio atravesado por distintas condicionantes como el clima (amplitudes térmicas), fuertes vientos, suelos de ribera sin capacidad portante y otras particularidades que caracterizan su implantación en la Quebrada de Humahuaca. Para ello, se recurrió a un diseño bioclimático de planta compacta en U con un patio/invernadero capaz de generar condiciones de confort térmico y esparcimiento contenido. Se propone un sistema de construcción natural con tierra, en base a adobes reforzados con entramados de cañas, contrafuertes y viga collar de madera inspirados en la norma E.80. El sistema permitirá aprovechar las cualidades térmicas del material, a la hora de buscar el máximo rendimiento de las horas de incidencia solar (inercia e higroscopia).

La planta se articula en torno a un patio invernadero central.

El corte transversal ilustra la integración del patio invernadero como espacio de acceso y confort térmico para la vivienda.

El terreno debió ser consolidado para mejorar su resistencia admisible, mediante el empleo de pilotes de hormigón in situ. Para ello, se emplearon punzones de 12cm de diámetro los cuales se hincan mediante golpes manuales para luego ser rellenados con hormigón hidráulico vibrado. Sobre estos pilotes se conforma una plataforma de hormigón reforzado con malla electrosoldada, capaz de recibir la estructura de la casa. Esta se conforma por un colchón de piedras de 1,00x0,30m, sobre los que se asienta un contrapiso reforzado a modo de platea de H°A°. 




El corte longitudinal ilustra la relación espacial de doble altura y balconeo entre el altillo y el estar.

Mejora del suelo mediante pilotes hincados previos al armado de la cama de piedras y platea.

Detalles de los cimientos colocados sobre pilotes hincados para mejorar las condiciones de resistencia del terreno.

Los muros de adobe de 0,40m de ancho, descansan en sobrecimientos de piedra. Todo el conjunto murario, se refuerza con entramados verticales y horizontales de cañas vinculadas con vigas collares de madera que arriostran el conjunto y reciben la carga de los techos de madera. Estos se realizan mediante tablas de 1” de pino añejo secado al horno, clavadas y encoladas en obra para lograr las secciones deseadas.



Vista de la viga collar intermedia como sistema de arriostramiento general de la construcción y vinculación con las cañas verticales.

Elaboración de las vigas collares en obra.



Detalles de encuentros para la cabreada principal realizada con la técnica de tabla encolada y clavada.


La vivienda se complementa con una torre exenta de tecnologías apropiadas para la vida rural en donde se alojarán: termotanque solar, tanque de reserva de agua, baño de servicio, lavadero, etc. Para el tratamiento de aguas, se dividen los efluentes negros de los grises. Los primeros se tratan mediante biodigestor y riego de infiltración. Los segundos, se tratan mediante filtros y zanjas de infiltración.

A partir de un diseño basado en el uso del entorno, se pretende lograr una vivienda compacta fuertemente arraigada al sitio. La utilización del paisaje como estrategia a la hora de lograr el máximo confort térmico y eficiencia energética, reduce el costo de consumo energético del edificio. El condicionamiento pasivo de la vivienda se complementa finalmente, con la incorporación de diversos dispositivos bioclimáticos como: invernadero integrado, muros de tierra que aportan inercia e higroscopía, calentadores solares, torra de agua y soportes tecnológicos. Todas las propuestas conviven armónicamente en un edificio capaz de responder a los criterios y materialidades de la arquitectura regional. Los usos planteados y sus sistemas materiales, surgen de las formas del habitar local y constituyen en su conjunto un modelo de acción que se potencia a partir de los saberes regionales.

La exploración de sistemas de adobes reforzados sismorresistentes permite incursionar en una serie de técnicas que se presentan como apropiadas para los saberes y tecnologías de la región. El uso de materiales naturales extraídos del propio territorio y técnicas de construcción artesanales, reduce la huella ecológica de la construcción a la vez de favorecer el fortalecimiento de oficios regionales como el adobero, cantero, carpintero y otros saberes que contribuyen a las economías del lugar.

Terminaciones en la obra gruesa previas a la colocación de revoques.


Proyecto: Joaquín Trillo (XhARA) y Eduardo Tapia (Constructora Tapia).
Constructores: Ariel Tapia, José Arjona y Jairo Arjona.
Techista: Miguel Guerrero.
Herrería: Leo Espinosa y Roberto José López.
Instalaciones: José Aleman.
Lugar: Paraje rural (Maimara, Jujuy).
Año: 2021-2022.


XhARA
www.xhara.com.ar
infoxhara@gmail.com
Quebrada de Humahuaca (Jujuy, Argentina